sábado, 27 de junio de 2009

Encuentro

Una sonrisa que se esconde

detrás de unos cálidos labios.

No hay escape a tu mirada,

me atrapas sin quererlo.


Siento tus silencios,

beso tus palabras

y descubro tu piel.

Esa piel que acaricia

mis manos cansadas.


Recuerdo tu aliento,

huelo tus pensamientos

y todo me parece bello.


Esa suavidad que penetra

mis sentidos, que me devuelve

la conciencia de tu imagen,

el deseo de tu figura.


Las palabras nunca son suficientes,

castillos de arena que se desvanecen con el viento.

Por eso elijo aquello que persiste,

tu mirada.