Nacer, crecer, reproducirse, morir.
Necesidades inventadas, cálculos imprecisos
para una vida segura y confiable.
Comodidades amuebladas, palabras costosas,
gastado discurso ¿Cuánto cuesta “ser”?
¿Es necesaria la inminente muerte de la libertad?
Virtuosismos reprimidos, tristes copias
de talentos derrochados.
El deseo es eterno e incompleto, siempre lo será.
Y lo único necesario debe ser vivir, tal como uno “es”.