domingo, 2 de agosto de 2009

La espera

En esa inmensa ciudad de Luna gris y Sol muerto, donde los edificios duermen y las calles no descansan, no te encuentro. La niebla te oculta y yo enloquezco y desespero por hallarte. Te espero, dime donde estás, donde puedo encontrarte, no de repente, ya sabrás que te busco, porque también me esperas.

Aquella despedida

Palabras, solo palabras, de más, de menos. Un rostro, el tuyo, que cambia con solo palabras. Un nombre, un significado, una tristeza que te envuelve con solo palabras. Una despedida, abrupta, indeseada, palabras ausentes que no llegan, no lo harán. Volveré, siempre vuelvo a esas palabras, las tuyas.