sábado, 29 de agosto de 2009

Dindi

Céu, tão grande é o céu
E bandos de nuvens que passam ligeiras
Prá onde elas vão, ah, eu não sei, não sei
E o vento que toca nas folhas
Contando as histórias que são de ninguém
Mas que são minhas e de você também
Ai, Dindí
Se soubesses o bem que eu te quero
O mundo seria, Dindí, tudo, Dindí, lindo, Dindí
Ai, Dindí
Se um dia você for embora me leva contigo, Dindí
Olha, Dindí, fica, Dindí
E as águas desse rio
Onde vão, eu não sei
A minha vida inteira, esperei, esperei por vo...cê, Dindí
Que é a coisa mais linda que existe
É você não existe, Dindí

Composição: Antonio Carlos Jobim, Aloysio de Oliveira, Ray Gilbert.

lunes, 24 de agosto de 2009

Un tropezón no es caída

El deseo absurdo de encontrar una verdad que no existe. Subsistir en esa nave de inseguridades que te guia sin rumbo a un lugar incierto, donde nada es real, todo es fantasía y fantasmas.

Mirar al cielo con los ojos abiertos, sabiendo que puede llover y aún así no temer mojarse, porque entonces mirar abajo, contando las gotas, con miedo a naufragar en una pequeña zanja?

Lo ideal es un mito creado por el hombre para mantener en vilo permanente a la humanidad toda, creyendo que algún día lo lograremos y ese día cada vez está más cerca, pero nunca llegará.
Y aún sabiendolo, renunciamos a la idea de ser seres imperfectos, castigo autoimpuesto el de vivir anhelando "otra vida". Carguemos con la nuestra, esa que construimos día a día, carguemos es hacerse cargo, no arrastrarla como algo pesado, que duele.

El sufrimiento y la culpa, son sentimientos cuyo significado nunca tuvo que haber sido descubierto por el hombre, vivenciarlos, marchita cualquier posibilidad de transformación, no la anula, pero la debilita, porque estamos cansados.

Entonces hay que reinventarse, contar nuevamente y no mirar atrás, siempre hacia el frente, con la seguridad que volveremos a tropezar, quizás por el mismo camino y hasta con la misma piedra, pero esta vez,con la convicción de que es preciso levantarse sin lágrimas, sin remordimientos, porque aún habrá nuevos tropiezos.

domingo, 16 de agosto de 2009

Tristeza

Cual es el lenguaje de la tristeza, de que palabras se alimenta, que vino la nutre y a que juega en su soledad. La ilusión perdida de una vida de abundancia, afecto, comprensión, dulzura, compañía. Que más, que más necesitas vida inmunda, mal sana y agria.
No quiero verte, pero lo necesito, necesito de tu voz, de tus manos sobre mi pecho, de tu verbo a mi oído.
Maldita muerte que nos espera, impaciente y nos cobra cada segundo de vida con esa angustia que surge por momentos; ratos de vigilia, imaginando como alejarla, como pedirle que no tome mi vida en sus manos, que me deje ser. Cuanto tiempo se pierde en llantos sin razón, en lágrimas gastadas que solo nublan los ojos sin dejar ver con claridad aquello que realmente nos conmueve. Un abrazo en el silencio de una habitación en penumbras, una voz y un cuerpo que piden tu presencia, pequeños y dulces besos. Hay palabras que duelen y aún así no voy a privarme de decirlas, te espero, siempre te espero.

...."Tristeza não tem fim. Felicidade sim"....

sábado, 15 de agosto de 2009

Un camino

Doy vueltas y renuncio a mi voluntad de ser. Somos seres inmóviles, que a veces se deciden a andar o viceversa. Hay caminos que nos esperan, esperan ser andados y nosotros quietos, esperando "esa" respuesta. Todo a nuestro alrededor gira, hay una transformación constante, es necesario vivir, seguir la órbita de ese movimiento contínuo.
No importa si no hay nadie al final del camino, si no hay alguien a tu lado. Siempre se está con uno mismo, se está llegando, más nunca finaliza el trayecto, es largo y arduo. Quisiera pedirte que me esperes, que me busques por ahí, pero sé que vos también vas por tu camino, intentando llegar al final, si es que existe. Entonces pienso que podríamos cruzarnos, nuestros caminos se transformarían, nuestras vidas y quizás decida no seguir caminando solo conmigo misma, si acaso decides lo mismo.

domingo, 2 de agosto de 2009

La espera

En esa inmensa ciudad de Luna gris y Sol muerto, donde los edificios duermen y las calles no descansan, no te encuentro. La niebla te oculta y yo enloquezco y desespero por hallarte. Te espero, dime donde estás, donde puedo encontrarte, no de repente, ya sabrás que te busco, porque también me esperas.

Aquella despedida

Palabras, solo palabras, de más, de menos. Un rostro, el tuyo, que cambia con solo palabras. Un nombre, un significado, una tristeza que te envuelve con solo palabras. Una despedida, abrupta, indeseada, palabras ausentes que no llegan, no lo harán. Volveré, siempre vuelvo a esas palabras, las tuyas.