La voz del pájaro canta los versos al amanecer,
esos versos fatuos, de rima dulce.
Mi sonrisa se enfría, mi boca enmudece.
Cuantas frases no dichas, cuantas almas
cansadas del silencio.
Desde este lugar no alcanzo a ver el pájaro,
aquel que canta los versos de esa canción desesperada,
aquel que murió en el intento de volar.