jueves, 1 de octubre de 2009

Darse cuenta

¿Todo está claro y gustamos de confundirnos o todo es confuso y no gustamos de esclarecernos? A veces existe una desconexión, un quiebre, un desequilibrio entre sentimiento y acción. ¿Qué puede ser más confuso que no saber como esclarecer los propios pensamientos?

Sin embargo unas pocas palabras, unas miradas inquietas y nerviosas, una sola imagen puede volver luz lo confuso, la claridad que se necesita para darse cuenta que ya no hay retorno.