Te descubro en mis pesadillas
Te deseo en mis tardes
Te hablo en mis poesías
Te encuentro en mis soledades
Todo puede esperar, todo puede suceder y sin embargo los dedos renacen de mis manos, las palabras se esconden tras mis labios y solo puedo escribir, solo imaginar. Nuevos recuerdos, viejas tristezas, puro deleite de extensas miradas. Ese perfume que me embriaga hasta el alma, esa sonrisa cómplice que me da luz y así, como una borracha iluminada me pierdo entre aromas y sabores, entre voces y silencios, entre todo aquello que me hace sonreír.