miércoles, 29 de abril de 2009

Salvación


Me creo fuerte y poderosa, ¿acaso lo soy?, ¿que pretendo con todo este lujo de palabras?

Falsa ingenuidad, carente de maldad. Esa idea adolescente de querer salvar el mundo y a todos los que viven en él. Mi mundo y vos en él. Las ansias por triunfar nos vuelve seres escasos de paciencia y de razón.

Esa exigencia impaciente que nos enreda en la locura y la obsesión, tengo la verdad, puedo volar, puedo salvarte. Imposibles que nos atan a una verdad vacía.


No puedo salvarte, es demasiado y las ideas adolescentes mutan con el tiempo, nos volvemos más escépticos, más temerosos y la verdad se vuelve absurda, te das cuenta que no tienes alas y debes tener cada vez con más fuerza los pies sobre la tierra.
Sin embargo no abandono la idea del superhéroe, lo lúdico vuelve la vida gustosa de vivir y acaso pueda triunfar sin necesidad del disfraz.

Me sumerjo en el agujero de la tempestad, estoy adentro y desde ese lugar me propongo atravesar el olvido.




1 comentario:

  1. Aún no sé muy bien qué escribir a tus letras (lo que en ellas lleva a sentir y pensar), y esa es mi intriga. De ellas, tus letras, me gusta la belleza de verlas dialogar en soledad; no solas, o que se hablan "a sí mismas".
    De manera inevitable, pensé a qué aspiran ellas, y me recordaron el comienzo de la canción para Olga: “Tu alma es extraordinaria / quiere saber ser el tiempo / y no quieren saber de mirar relojes / tus ojos claros de sol a sol”

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